Washington considera el programa balístico-nuclear de Corea del Norte como una amenaza contra la seguridad mundial que no puede ignorarse.
Bonnie Jenkins, subsecretaria de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional, explicó el lunes 27 en una reunión de alto nivel de la ONU celebrada en Ginebra, que los esfuerzos globales de las últimas décadas por reprimir la amenaza nuclear y las armas de destrucción masiva afrontan graves retos.
Destacó como "lo más inquietante" la reciente declaración de Rusia de renunciar al acuerdo con Estados Unidos para reducir el volumen de ojivas nucleares y misiles, mientras que Corea del Norte - junto con China, Siria e Irán- constituyen una amenaza imposible de ignorar en la actual coyuntura de seguridad mundial.