Washington ha reiterado que Pyongyang debe reanudar el diálogo pues no logrará nada mediante amenazas.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, condenó el miércoles 22 los reiterados ensayos balísticos de Corea del Norte, sobre todo el reciente misil intercontinental, enfatizando que incumplen varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, además de perturbar la seguridad regional y mundial.
Afirmó que el Gobierno estadounidense mantiene el principo de la aproximación diplomática sobre temas relacionados con Corea del Norte y la promesa de proteger a sus aliados, con el objetivo final de lograr una península coreana desnuclearizada.
En este contexto, y como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, llamó a China y a Rusia a aplicar las sanciones de la ONU contra el régimen de Pyongyang, señalando que a Beijing tampoco le conviene que Corea del Norte siga desarrollando misiles y armas nucleares.
En tanto Sabrina Singh, viceportavoz del Pentágono, mantuvo la línea de Price al criticar las provocaciones norcoreanas, enfatizando que solo aumentan la inseguridad en la zona. En concreto, aludió al ejercicio de defensa trilateral que Estados Unidos llevó a cabo junto con Corea del Sur y Japón como claro reflejo de la promesa de Washington de proteger a sus aliados.
Dicho ejercicio consistió en una maniobras antimisiles realizadas el miércoles 22 en aguas internacionales al este de la península coreana, donde movilizaron tres destructores con sistema AEGIS: el buque 'Sejong El Grande' de Corea del Sur de 7.600 toneladas, otro de 6.990 toneladas tipo Arleigh Burke de Estados Unidos, y buque el Atago de Japón de 7.700 toneladas.