Aunque ha transcurrido una semana desde el terremoto de Turquía, aún siguen hallando algún superviviente, al tiempo de aumentar las bajas.
Según informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el lunes 13 el número de muertes confirmadas superó las 31.600 personas, aunque si añadimos los datos del noroeste de Siria de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, el total de víctimas mortales supera las 37.000 personas.
Pero pese al tiempo transcurrido siguen llegando milagrosas noticias de supervivientes, como una niña de diez años que fue rescatada en Kahramanmarash tras permanecer 183 horas entre edificios derrumbados, o la de otro niño de trece hallado con vida en Hatay 182 horas después del terremoto.
No obstante, los expertos consideran ínfima la posibilidad de hallar más supervivientes. Por ejemplo, el profesor de ingeniería Eduardo Reinoso Ángulo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que la probabilidad de seguir con vida bajo los escombros disminuye drásticamente al quinto día y casi desaparece al noveno, aunque siempre puede haber excepciones.
Las condiciones climáticas también reducen la probabilidad de supervivencia, pues en las zonas afectadas por los terremotos la temperatura cayó el domingo 12 hasta -6ºC.