La inflación en Estados Unidos siguió remitiendo en diciembre, generando expectativas porque la escalada de precios haya tocado techo.
El índice de precios al consumidor en Estados Unidos subió un 6,5% en dicho mes respecto al año anterior, manteniéndose a la baja por sexto mes consecutivo tras el 9,1% de máxima registrado en junio.
Es la primera vez en 14 meses, desde octubre de 2021, que aumenta menos del 7%, además de perder un 0,1% respecto al mes anterior y reflejar el primer descenso desde abril de 2020.
La desaceleración de la inflación obedece en parte al abaratamiento del 9% en los precios de la gasolina, aunque el incremento en los precios de vivienda, servicios y consultas médicas frenó en gran parte la caída de precios.