Estados Unidos ha condenado el lanzamiento de dos misiles balísticos de alcance medio efectuado por Corea del Norte el domingo 18, y ha exhortado a Pyongyang a volver a la mesa de diálogo. 

El Departamento de Estado condenó el mismo domingo el ensayo, alegando que incumple varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una grave amenaza para toda la comunidad internacional. Así, urgió a Corea del Norte a retomar el diálogo y la vía diplomática, reafirmando la promesa de Washington de ofrecer protección a Corea del Sur y Japón, sus aliados en la zona. 

En tanto, el Comando del Indo-Pacífico, del que dependen las fuerzas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur, confirmó el grave riesgo de las provocaciones norcoreanas y afirmó que mantienen estrechas consultas con aliados y otros países de la zona. Enfatizó que aunque este tipo de ensayos no suponen una amenaza directa contra el territorio ni la población estadounidense, aumentan la inseguridad por el desarrollo ilegal de armas y misiles por parte de Pyongyang.