El índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos marcó un aumento interanual del 8,3% en agosto. Aunque esa cifra es inferior al 8,5% registrado en julio, supera la previsión de los expertos de un aumento del 8% anual.
Los precios de los alimentos subieron un 11,4% respecto al año anterior, registrando el incremento más pronunciado desde 1979, mientras que el precio de la vivienda, que representa casi un tercio del IPC estadounidense, aumentaron un 6,2% a nivel interanual.
En tanto, el IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, registró un incremento anual del 6,3%, dejando entrever que la presión inflacionaria se deja notar en Estados Unidos.
Ante estos datos, los economistas consideran que la Reserva Federal podría aumentar los tipos de interés 1 punto porcentual en la reunión de política monetaria de la próxima semana, lastrando la Bolsa neoyorquina. De hecho, el índice S&P 500 cayó un 4,3%, su mayor declive desde junio de 2020, mientras que el Dow Jones cedió un 3,9% y el compuesto Nasdaq registró una pérdida del 5,2%.