42 estados, incluida Corea del Sur, emitieron una declaración conjunta para condenar a Rusia, cuyas tropas atacaron y ocuparon ilegalmente la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania.
Exhortaron a Moscú a retirar inmediatamente sus efectivos y otros agentes, cuya permanencia en Ucrania no está autorizada, tanto de dicha planta y sus alrededores, como de todo el territorio ucraniano. Enfatizaron que los operadores de centrales nucleares, con legítimo reconocimiento internacional para realizar el trabajo que les corresponde dentro de las fronteras de Ucrania, no deben sufrir amenazas ni verse obstruidas sus actividades por fuerzas externas.
El grupo de países afirmaron que es intolerable que Rusia despliegue sus tropas y armas en una instalación nuclear, pasando por alto los reglamentos de seguridad que todos los estados miembros del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) prometieron acatar.
Las tropas rusas ocuparon la central nuclear de Zaporiyia a comienzos de marzo, poco después de invadir Ucrania, y se estacionó en ese lugar gran cantidad de efectivos y armas. Se informa que desde entonces técnicos de Rosatom, la corporación nuclear estatal de la Federación Rusa, intervienen en la operación de dicha planta. Por ello son frecuentes las luchas armadas entre las fuerzas ucranianas y rusas cerca de la central, situación que eleva en estos momentos el riesgo de una posible fuga de material radiactivo.