Naciones Unidas convocó el miércoles 11, hora de Nueva York, una reunión del Consejo de Seguridad para abordar los ensayos balísticos norcoreanos, en particular el reciente lanzamiento de un misil intercontinental. 

Durante la sesión, convocada a petición de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, así como la mayoría de los estados integrantes del Consejo de Seguridad, incluidos los permanentes, condenaron los ensayos balísticos norcoreanos por ir contra las resoluciones de la ONU. 

No obstante, China y Rusia enfatizaron que reforzar las sanciones contra Pyongyang no ayudará a solucionar los problemas. En concreto, China alegó que la crisis balística se agudizó porque Estados Unidos rechazó las peticiones de Corea del Norte.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora estadounidense ante la ONU, rechazó ese alegato y enfatizó que China y Rusia obstaculizan los esfuerzos de la sociedad global y llamó a una acción coordinada sin esperar a que el régimen de Kim Jong Un efectúe un nuevo ensayo nuclear.