El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a puerta cerrada del día 7, pero el encuentro concluyó sin una declaración conjunta sobre los nuevos ensayos balísticos de Corea del Norte, pues Rusia y China - miembros permanentes con derecho a veto- no aprobaron la resolución.
Al culminar la sesión Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos, leyó una declaración de 11 países criticando a la ONU por guardar silencio ante las reiteradas provocaciones de Corea del Norte.
Dichos países, entre los que figura Corea del Sur, condenaron el último lanzamiento balístico de Pyongyang y solicitaron una respuesta al Consejo de Seguridad, alegando que su inacción erosiona la credibilidad del organismo más poderoso de la ONU y socava los esfuerzos globales para prevenir la proliferación de armas nucleares.
También enfatizaron la responsabilidad del Consejo al tratar abiertamente actos considerados peligrosos e ilegales.
Al terminar el comunicado, Thomas-Greenfield expresó que le gustaría que China y Rusia se unieran al grupo.