Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania publicaron sanciones adicionales contra Rusia, incluyendo la exclusión de los bancos rusos del sistema de pagos interbancario SWIFT. Los líderes de esas naciones, toda integrantes del G7, anticiparon así la adopción de fuertes medidas para aislar a Rusia del sistema financiero internacional. 

Al respecto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que tomará las acciones necesarias para bloquear las operaciones del Banco Central de Rusia, como congelar sus activos e impedir sus transacciones. 

Entre las sanciones figuran excluir a varios bancos rusos del sistema SWIFT, medida que les impedirá realizar pagos comerciales, y limitar el acceso del Banco Central ruso a sus reservas internacionales, valorados en unos 774 billones de wones.

Además, Washington restringirá la venta de los llamados "pasaportes dorados", la ciudadanía que concede a extranjeros que invierten un cierto monto en su país, para impedir que magnates rusos vinculados con el Gobierno de Moscú obtengan la ciudadanía estadounidense para recurrir al sistema financiero internacional. 

El presidente estadounidense Joe Biden advirtió el sábado 26 (hora de Washington D.C.) que Rusia pagará duro por sus acciones y que no solo Europa, sino también otros países como Corea del Sur, Japón y Australia se sumarán a las sanciones en su contra.