El grupo de inspectores del OIEA, Organismo Internacional de Energía Atómica, llegó a Japón el lunes 14 para comprobar la seguridad del plan de vertido al océano que Tokio propone para las aguas residuales almacenadas en la Central Nuclear de Fukushima.
Hasta el día 18, su agenda incluye visitas a la planta nuclear y reuniones con las autoridades a su cargo, aunque la parte más importante será el análisis de las aguas contaminadas, la comprobación de la seguridad en los procedimientos que el Gobierno japonés planea seguir para su tratamiento y el impacto medioambiental del vertido.
El grupo de inspectores incluye expertos de países vecinos, como Corea del Sur y China, para garantizar en lo posible la objetividad y la transparencia del proceso, coordinados por Lydie Evrard, directora general adjunta del OIEA, y por Gustavo Caruso, al mando de la Oficina de Coordinación de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física de dicha entidad.