Un grupo de inspectores del OIEA, Organismo Internacional de Energía Atómica, llegará el 14 febrero a Japón para verificar la seguridad del plan de Tokio de verter al océano las aguas contaminadas de la Central Nuclear de Fukushma. 

Dicha tarea estaba programada para mediados de diciembre, pero tuvo que ser aplazada por la alta incidencia de la variante ómicron.

Compuesto por especialistas de distintas nacionalidades, dicho grupo permanecerá en Japón hasta el día 18. Durante su estancia comprobarán las condiciones actuales de la central, las aguas residuales de su interior y las medidas de seguridad que incluye el plan de vertido, además de valorar el posible impacto medioambiental del proceso, según los estándares de seguridad nuclear del OIEA. 

Según anunció Lydie Evrard, directora general adjunta del OIEA, en septiembre de 2021, el grupo también incluye expertos surcoreanos y chinos.