Un grupo de países, liderado por Estados Unidos, ha solicitado debatir sobre derechos humanos norcoreanos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. 

La petición fue elevada el miércoles 15 (hora local) mediante una declaración que la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, emitió en representación de otros seis países: Estonia, Francia, Irlanda, Japón, Noruega y Reino Unido. 

Tras enumerar los ataques contra los derechos humanos perpetrados por Corea del Norte, expresó que en la era actual no hay otro país con tan atroces abusos, enfatizando que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debería adoptar fuertes medidas al respecto. Así, exigió debatir públicamente sobre la realidad norcoreana y no a puerta cerrada, como hizo el miércoles 15 dicho organismo. 

Thomas-Greenfield enfatizó que los ataques contra los derechos humanos por parte de Pyongyang amenazan la paz y la seguridad internacional tanto como sus programas de misiles y armas de destrucción masiva, por lo tanto deben abordarse con prioridad en Naciones Unidas. Agregó que el más opresor y totalitario de los regímenes ignora las libertades fundamentales de los norcoreanos, aludiendo como casos más graves al trato a los presos políticos, a las limitaciones al ejercicio de la libertad de expresión, al rechazo a las ayudas humanitarias del exterior y a las personas secuestradas en el pasado por agentes norcoreanos.