Tomás Ojea Quintana, relator especial de las Naciones Unidas sobre derechos humanos norcoreanos, ha criticado a China por repatriar a los desertores norcoreanos que llegan a su territorio, al considerar que dicha práctica desafía el Derecho Internacional.
Así lo expresó durante una entrevista con la emisora estadounidense La Voz de América el martes 16, al comentar cómo las autoridades chinas aplican leyes nacionales a los desertores norcoreanos para repatriarles, al considerarlos inmigrantes ilegales y no refugiados.
Enfatizó que al clasificar a los norcoreanos como extranjeros indocumentados, Beijing ignora el principio de prohibición de repatriaciones forzosas y otros principios básicos, como el de proteger a toda persona contra cualquier forma de tortura y maltrato más allá de su condición legal. Así, urgió a China a respetar la Convención sobre el Estatuto de Refugiados y la Convención contra la Tortura, en vez de aplicar sus leyes nacionales.
También recordó la necesidad de considerar que tras ser repatriados, los desertores norcoreanos pueden ser sometidos a trato cruel y tortura, y llamó tanto a cooperar con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, como a consultar al Tribunal Internacional de Justicia sobre este punto.
Previamente, en el mes de agosto, Ojea Quintana obtuvo datos de unos 1.000 desertores norcoreanos detenidos en China, niños incluidos, que corren el riesgo de ser repatriados, y solicitó a Beijing información al respecto. En respuesta, el Gobierno chino alegó en septiembre que los desertores norcoreanos no son refugiados, sino indocumentados, y por tanto el principio de no repatriación forzosa no es aplicable.