El pasado mes de agosto, el Gobierno surcoreano presentó un plan para lograr la neutralidad de carbono en el año 2050, proponiendo tres paquetes de medidas concretas. Sin embargo, al incluir dos de ellos el uso de combustibles fósiles, recientemente se plantearon críticas contra la entidad a cargo su elaboración, el Comité Presidencial de Neutralidad de Carbono, por tomar como referencia informes extranjeros "cuestionables y faltos de credibilidad". Además, también surgieron dudas sobre la objetividad de los debates realizados por dicho comité, hechos que provocaron la dimisión en serie de algunos de sus integrantes.
En este contexto, varios activistas ecológicos que participaron como integrantes civiles del comité, aclararon que nadie escuchó sus llamamientos a establecer NDC, o contribuciones nacionales para el cambio climático más ambiciosas, ni tampoco para definir medias más audaces para lograr la neutralidad de carbono.
Ahora la presión aumenta contra el Gobierno surcoreano, que ha de atender a las exigencias de la comunidad internacional y de la Alianza Global para Eliminar el Carbón (PPCA), en virtud del Acuerdo Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
En una carta enviada a Corea del Sur, y obtenida por KBS, dicha coalición exhorta a la administración de Seúl a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de generación eléctrica mediante carbón, en sintonía con la decisión ya adoptada por las autoridades surcoreanas de no ofrecer más apoyo financiero a centrales de carbón en el exterior. Asimismo, la alianza PPCA insta a no crear nuevas centrales carboeléctricas.
Ante este escenario, la atención se centra en saber en cómo, bajo tan fuerte presión, definirá el Gobierno surcoreano la hoja de ruta para reducir las emisiones de carbono, pues debe presentarla en noviembre a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.