Pese a que Corea del Sur mantiene volúmenes de cuatro dígitos de nuevos casos de COVID-19 por dos meses, el Gobierno valora adoptar medidas graduales para normalizar las actividades económicas y sociales, aunque la premisa es que el ritmo de propagación remita durante el presente mes de septiembre. 

El objetivo de las autoridades sanitarias es normalizar la situación nacional gradualmente sin que se relaje demasiado el ambiente de precaución contra la pandemia, sin embargo para ello es una condición indispensable el que se calme el aumento de positivos. En este contexto, se procurará no usar la expresión "with corona", que significa vida en convivencia con el COVID-19 y a la que se alude frecuentemente en los medios al hablar de la permanencia de dicha enfermedad, al implicar la retirada de las restricciones sin considerar el ritmo de contagio o el volumen de casos. 

Al contrario, enfatizan la necesidad de prevenir a los ciudadanos para que no bajen la guardia, ya que la falta de cautela puede resultar en una mayor propagación y por consiguiente afectar al sistema de atención sanitaria, elevando la tasa de ocupación de camas hospitalarias. 

Anticipan así que aún después de septiembre, cuando la tasa de vacunados con la primera dosis supere el 70 de la población, las medidas de prevención no serán suavizadas drásticamente, pues será necesario hacer una aproximación más prudente, analizando la disponibilidad de camas en el país y la situación en otros países.