El sindicato nacional de trabajadores médico-sanitarios canceló el jueves 2 la huelga general que planeaba convocar este día tras llegar a un dramático acuerdo con el Gobierno. En las negociaciones que continuaron desde el miércoles hasta horas de la madrugada del jueves, las partes coincidieron en la necesidad de evitar una huelga en la realidad actual, marcada por una pandemia que no cede y la alta demanda de servicios sanitarios.
El sindicato exigió al Gobierno, uno, establecer criterios más claros sobre el personal de hospitales especializados en COVID-19; dos, preparar un plan pormenorizado para ampliar la infraestructura de salud pública; tres, definir por ley el número de pacientes a cargo por cada enfermero o enfermera; cuatro, aumentar el número de responsables de formar al personal de enfermería; y finalmente cinco, elevar la paga nocturna.
Al respecto, el Ministerio de Salud y Bienestar prometió acoger activamente las opiniones de los sanitarios y reflejar sus exigencias en las medidas a tomar a futuro.
Así se canceló la huelga general de sanitarios, en la que iban a participar el 30% de unos 56.000 sindicalistas que la apoyaron, excepto aquellos que prestan servicios esenciales en salas de emergencia, de terapia intensiva, de parto o de cuidado de recién nacidos.