Hasta el 24 de agosto Corea del Sur acumula 239.287 casos de COVID-19 tras sumar 1.509 nuevos, de los cuales más del 65% fue detectado en Seúl y Gyeonggi.
El ritmo de propagación no muestra por lo pronto señales de remisión por la variante delta, que ya es la cepa predominante en el país, de ahí las autoridades prevén que el volumen de contagios podría mantenerse sobre mil al menos hasta septiembre.
En particular, inquieta a los responsables de sanidad nacional el aumento de casos entre foráneos residentes en Corea. El primer ministro Kim Boo Kyum informó al respecto que, durante la última semana, tales casos representaron el 13,6% del total, recomendando a los extranjeros vacunarse y realizarse el test de coronavirus inmediatamente al tener síntomas. La zona donde es más alto el porcentaje de foráneos con COVID-19 es la ciudad de Sejong con un 35,6%, sucedida por Jeolla del Norte, Incheon y Gangwon.
De los pacientes, 420 están en estado grave, el mayor volumen tras el brote de la pandemia, mientras que en algunas localidades no existen suficientes camas hospitalarias para atenderles.
La tasa de vacunados superó el 51,2% al recibir unos 26,3 millones de ciudadanos la primera dosis. En tanto, 12.280.000 personas -un 23,9% de la población- completaron la segunda.