Ante la huelga anticipada por el sector médico-sanitario, exigiendo aumentar los recursos humanos por la creciente demanda asistencial en el contexto del COVID-19, el Gobierno ha expresado que definirá nuevos criterios para mejorar la gestión y aliviar la pesada carga que reace sobre los profesionales sanitarios.
Según informaron las autoridades el miércoles 18, las negociaciones al respecto entre el Gobierno y el sindicato de trabajadores médico-sanitarios están en marcha desde mayo, con la meta de establecer un convenio antes de agosto.
Explicaron que el Gobierno es consciente de la necesidad de aumentar el personal nacional de atención sanitaria, máxime ante la pandemia, y por tanto intenta definir criterios al margen sobre servicios relacionados con COVID-19, que en muchos aspectos difieren de los convencionales.
Sobre la ampliación de la sanidad pública, recordaron que ya vienen negociando a fondo con el sindicato e intentan buscar vías para solucionar la falta de recursos humanos y el exceso de carga sobre los sanitarios, para evitar una convocatoria de huelga.
Al anticipar una huelga general el miércoles 18, el sindicato de trabajadores médico-sanitarios exigió una mejor gestión de salud pública, pidiendo establecer hospitales especializados en enfermedades infectocontagiosas y fijar criterios sobre el personal de dichos centros, institucionalizar las prestaciones por atención a COVID-19, y aumentar tanto los recursos humanos para la sanidad, como las infraestructuras médicas públicas.
El sindicato anunció que, de no lograr un acuerdo satisfactorio con el Gobierno, convocará una huelga general el 2 de septiembre tras una votación entre sus integrantes.