Actualmente China y Rusia, países que hace poco expresaron su rechazo a las maniobras conjuntas surcoreano-estadounidenses alegando que aumentaban la tensión en la región, realizan un entrenamiento militar de gran envergadura.
Se trata del Ejercicio Oeste 2021, una actividad que los ejércitos chino y ruso llevan a cabo con unos 10.000 efectivos, en la base de entrenamiento conjunto de Qingtongxia, ubicada en la Región Autónoma Hui de Ningxia.
Según anticiparon el día 9 las autoridades militares de China y Rusia, estas maniobras tienen por objeto probar nuevas tácticas de combate, incluyendo movilización de fuerzas de reserva, empleo de armas de artillería pesada, ataques a larga distancia con bombarderos J-16 y operativa con drones.
Aclararon que el 81% de las armas usadas en el entrenamiento son nuevas, como el caza furtivo J-20, el sistema de alerta temprana KJ-500, aeronaves no tripuladas de reconocimiento y combate, y nuevos vehículos blindados.
Oficialmente, el objetivo de este ejercicio sino-ruso es fortalecer la cooperación militar entre ambos países y contrarrestar el terrorismo en Asia Central. No obstante, ante las fricciones que protagoniza con Estados Unidos en torno al Mar de la China Meridional y al estrecho de Taiwán, algunos expertos afirman que Beijing pretende mostrar una firme cooperación militar con Rusia, además de alardear de armas de tecnología punta.