Hasta el 10 de agosto Corea del Sur acumula 213.987 casos de COVID-19, tras detectar 1.540 nuevos, un 55,4% de los cuales se concentra en la zona capitalina.
Así, la tasa de contagios en Seúl y Gyeonggi, que a comienzos de la cuarta ola rondaba el 70%, ha bajado significativamente, aunque el ritmo de propagación sigue aumentando en el resto del país.
El descenso también se percibe en la tasa básica de reproducción, pues aunque a nivel nacional bajó de 1,04 a 0,99 en los últimos siete días, en algunas zonas fuera del área capitalina se mantiene por encima de 1, concretamente en 1,32 en Gyeongsang del Norte, en 1,12 en Gyeongsang del Sur y en 1,05 en Chungcheong.
Para intentar frenar la propagación, las autoridades habilitarán puestos provisionales de test hasta finales de agosto en cuatro estaciones de peajes en autopistas de acceso a la zona capitalina, para intentar detectar con antelación los casos positivos durante la temporada de vacaciones.
Además, han solicitado a las organizaciones civiles cancelar toda convocatoria de protestas multitudinarias con motivo del 15 de agosto, el Día de la Liberación de Corea.
Hasta la fecha, 21.370.000 ciudadanos, un 41,6% de la población surcoreana, ya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra del COVID-19, mientras que un 15,4% ha completado la pauta.