Mientras prosigue la investigación a cuatro activistas por presunto espionaje y por incumplir la Ley de Seguridad Nacional, se ha dado a conocer que uno de ellos se reunió con un agente secreto de la Oficina de Intercambio Cultural de Corea del Norte en Beijing en mayo de 2017.
Según las autoridades, un activista de apellido Park formó una entidad antigubernamental en agosto de 2017, con los otros tres sospechosos, tras recibir una instrucción norcoreana de crear una organización clandestina.
Se sospecha que este grupo recibió instrucciones de espías norcoreanos en 84 ocasiones durante 4 años, desde junio de 2017, además de enviar informes al Norte.
Según explicó Inteligencia, mediante las memorias USB confiscadas en el domicilio de esos activistas, con sede en Cheongju, confirmaron que agentes norcoreanos solicitaron en febrero del año pasado datos sobre las elecciones generales de Corea del Sur. Los activistas enviaron información sobre las estrategias del partido gobernante The Minjoo y datos personales de políticos, tras consultar con un diputado de la formación.
Por su parte, su abogado considera las acusaciones infundadas, y alude a posible manipulación de datos por parte de las autoridades.