La patronal de empresas de paquetería y el sindicato de repartidores llegaron el miércoles 16 a un acuerdo tentativo, tras la larga discrepancia protagonizada sobre compensación extra por labores de clasificación de paquetes y otros problemas, como la sobrecarga laboral que sufren los repartidores, en el organismo activado para lograr un pacto social sobre su condiciones laborales.
Dicho acuerdo, por ahora provisional, excluye a los repartidores de clasificar paquetes, tarea que señalan como una de las principales causas de muerte por fatiga. Así, a partir del 1 de enero de 2022, las empresas de paquetería deberán instalar máquinas de clasificación automatica o asignar a una persona a dicha tarea por cada dos repartidores.
También limitarán a sesenta horas laborables la semana de los repartidores. En caso de superar ese límite, la empresa redistribuirá los paquetes y zonas a cargo de los repartidores, mientras que en caso de susperar las ocho horas de trabajo diarias, la firma o agencia a cargo costeará una revisión médica al menos una vez al año.
El acuerdo se considera un punto de partida mientras el debate continúa, al no existir todavía consenso sobre los servicios de paquetería de la Oficina Nacional de Correos ni sobre las condiciones laborales de los carteros, que no solo asumen las tareas del correo convencional, sino que también actúan como repartidores.