La Fiscalía del Ministerio de Defensa llevó a cabo un registro en la residencia y el despacho de los tres implicados en el caso de una suboficial de la Fuerza Aérea que se suicidó tras sufrir abusos sexuales por uno de sus superiores y ser ignoradas sus denuncias. 

Se trata de un teniente y un oficial que presuntamente intentaron silenciar a la víctima, y del sargento que conducía el coche donde tuvo lugar el abuso. 

El pasado mes de marzo, una sargenta de la Fuerza Aérea de Seosan, provincia de Chungcheong del Sur, fue objeto de abusos sexuales a manos de su superior - de apellido Jang- en un vehículo, mientras ambos regresaban a la base tras una reunión privada a la que acudió forzosamente. La víctima denunció el incidente y fue transferida a otra base por petición propia, pero fue hallada muerta el 22 de mayo.  

Sin embargo, ni la policía aérea y ni la fiscalía militar del ala nº20, acusadas de una investigación deficiente y tardía. efectuaron registros. 

Según declaró el marido de la víctima, inmediatamente después de su muerte, el Cuartel General de la Fuerza Aérea se llevó el teléfono móvil y la computadora de la víctima, así como la computadora de su esposo y la caja negra de navegación del vehículo.

No obstante, el teléfono móvil del acosador fue confiscado nueve días después, aunque no fue investigado durante 55 días.

La familia de la víctima demandó al letrado público de la sargenta por negligencia y filtración de información.