Mientras el tema de la esclavitud sexual impuesta por el Ejército Japonés durante la Segunda Guerra Mundial sigue en punto muerto, varios funcionarios de Tokio echan la culpa a Corea del Sur. 

Al ser preguntado el lunes 31 en interpelación parlamentaria sobre la actitud de Corea del Sur ante el acuerdo intergubernamental de 2015 firmado entre ambos países, el canciller japonés Toshimitsu Motegi criticó a Seúl por entorpecer cada oportunidad de resolver los problemas del pasado. 

En tanto, el legislador del Partido Liberal Democrático a cargo de la interpelación, culpó al presidente surcoreano Moon Jae In de intentar aislar injustamente a Japón de la comunidad internacional al alegar que "Japón vulneró gravemente los derechos de la mujer en tiempos de guerra". 

Por su parte, el máximo portavoz del Gobierno japonés, Katsunobu Kato, mostró gran preocupación por la difusión de "historias falsas" en diarios japoneses dejando entrever que el Imperio de Japón reclutaba forzosamente mujeres de sus colonias para servir como esclavas sexuales. 

Previamente, en 1982, el diario japonés Asahi Shimbun publicó el testimonio de un japonés llamado Yoshida Seiji, quien relató su experiencia en el reclutamiento forzoso de mujeres coreanas durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en 2014 el Gobierno japonés ordenó eliminar ese artículo, alegando que se basaba en "testimonios falsos".