Las autoridades sanitarias estadounidenses han reconocido la eficacia tanto de la estrategia surcoreana contra el COVID-19, como de las pruebas de diagnóstico realizadas en este país. 

Al respecto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, según su acrónimo en inglés) presentó el martes 25 un informe donde analiza los métodos de prueba de COVID-19 existentes en Corea del Sur, centrándose principalmente en cómo fueron desarrollados, autorizados por el Gobierno y en cómo se usan. 

Dicho análisis refleja la utilidad de la experiencia de Corea en la lucha inmediata y futura contra la pandemia, aunque no recomienda imitarla en Estados Unidos, al destacar que las medidas y la estrategia ante una crisis sanitaria deben variar por país o por zonas, en base a su realidad y sus circunstancias. 

Sin embargo, el informe destaca los esfuerzos de las autoridades surcoreanas en base a la lección aprendida en 2015, cuando el país se vio afectado por el MERS, sobre todo en la gran inversión para facilitar el uso comercial de técnicas de diagnóstico de enfermedades infectocontagiosas. Considera que dicha medida permitió al sector privado diseñar y fabricar ágilmente kits de diagnóstico de COVID-19, incluso en mitad de la pandemia.

Según la agencia Bloomberg, Corea del Sur figura en quinto puesto del ranking de resistencia al COVID-19, de entre 53 naciones del mundo, tras subir una posición respecto a abril, el mejor lugar desde el cuarto puesto logrado hace seis meses, en noviembre de 2020.