Hace un año, el 31 de marzo fue inaugurada la sala de exhibición de Isla Hashima, designada como Patrimonio Mundial por la Unesco, y también lugar donde cientos de coreanos fueron obligados a trabajar forzosamente.
Pese a que Japón continúa negando que explotó a surcoreanos en dicha isla, KBS ha tenido acceso a un documento de 1946 de la corporación japonesa Mitsubishi -entonces a cargo de la mina de carbón en la isla-, por orden del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón.
El documento contiene nombre, edad, lugar de procedencia y salario de los trabajadores, y refleja que el impago a 1.299 surcoreanos, incluidos mujeres y adolescentes, ascendía a 224.862 yenes, cifra que en la actualidad equivaldría a miles de millones de wones.
Japón ha venido ignorando los hechos e insiste en que los problemas del pasado quedaron resueltos con el pacto firmado entre Seúl y Tokio en 1965, mientras que varias ONGs japonesas presentaron en febrero una petición oficial al primer ministro Yoshihide Suga, solicitando ofrecer información veraz y completa en la sala de exhibición de Isla Hashima.