El Ayuntamiento de Seúl aprobó el miércoles 17 una orden ejecutiva que obliga a todos los trabajadores extranjeros que residen en la capital a someterse a pruebas de coronavirus, mientras que en la provincia de Gyeonggi todo empleador deberá verificar que el trabajador dio negativo en el test antes de contratarlo. 

Las medidas forman parte del control sobre extranjeros y viajeros procedentes del exterior, considerando la propagación en el país de las nuevas variantes de coronavirus. 

Así, todos los trabajadores foráneos y sus empleadores en Seúl deberán realizar la prueba de diagnóstico hasta el 31 de marzo. El incumplimiento puede conllevar multas o sanciones administrativas. 

La misma medida opera en Gyeonggi, aunque en esta provincia la orden ejecutiva emitida por el Gobierno regional se dirige específicamente a los empleadores, imponiéndoles la obligación de comprobar el estado de salud de los trabajadores extranjeros o bien de indicarles el centro de diagnóstico más próximo para someterse al test de coronavirus antes de contratarles, hasta el 30 de abril.