El Gobierno seguirá usando AstraZeneca al considerar que no hay motivos para excluir dicho medicamento de la campaña nacional de vacunación contra COVID-19.
Unos veinte países han dejado de administrar provisionalmente dicha vacuna tras reportar casos de trombosis en Austria o Italia, algunos de los cuales resultaron en muerte, aunque la Agencia Europea de Medicamentos no ha relacionado por el momento esos problemas con el fármaco.
Las autoridades sanitarias explicaron que en Corea del Sur no han detectado casos similares entre las casi 570.000 personas vacunadas con AstraZeneca y por tanto mantendrán el plan de vacunación. Aclararon que la trombosis no figura como posible efecto secundario de la vacuna de AstraZeneca, y que la usada en el país proviene de distintas unidades de producción que las de Europa.