El Departamento de Defensa de Estados Unidos sigue considerando como amenaza a Corea del Norte al insistir en el desarrollo nuclear, aunque evalúa que el sistema de defensa combinada surcoreano-estadounidense cuenta con un óptimo nivel de respuesta.
En un informe escrito presentado al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos el miércoles 10, el comandante del Ejército estadounidense en Corea del Sur, Robert Abrams, destaca que no hay indicios concluyentes sobre la renuncia de Pyongyang al programa nuclear y balístico.
Coincide con él, el subsecretario de Defensa para Asuntos de seguridad del Indo-Pacífico, David Helvey, que declaró que Corea del Norte sigue representando una amenaza para la seguridad regional y que los equipos bélicos que exhibió en el desfile militar de enero, como misiles balísticos y submarinos, corroboran que ese país no ha renunciado al desarrollo de armas de alto impacto.
No obstante, rersalta que el sistema de defensa conjunta Corea del Sur-Estados Unidos presenta un óptimo nivel de respuesta ante posibles amenazas, al tiempo de enfatizar el papel de China para una completa aplicación de las sanciones contra el régimen norcoreano, advirtiendo de la alta frecuencia de actividades de comercio ilegal en los mares y costas de China.
Se prevé al respecto que la reunión de alto nivel entre autoridades de Washington y Beijing prevista para la próxima semana en Alaska, la primera de este tipo desde la inauguración de la Administración Biden, será un punto de inflexión que podría o bien reactivar el diálogo entre China y Estados Unidos o bien intensificar las fricciones.