Corea mantiene desde enero entre 300 y 400 casos diarios de COVID-19 con un ritmo de propagación aparentemente estable, que ni remite ni se acelera, aunque las autoridades sanitarias advierten del riesgo latente de una posible cuarta ola de contagios, máxime ahora que aumenta el cansancio entre la gente y de cara a la temporada de flores y paseos primaverales.
En este contexto, el número de vacunados superó las 300.000 personas nueve días después de comenzar la campaña de vacunación, mientras que han reportado unos 800 casos de reacciones adversas, aunque la mayoría son síntomas leves como fiebre y dolor de cabeza.
Sin embargo, también han confirmado varias muertes, si bien la correlación con la vacuna está por verificar y las autoridades sanitarias realizan los estudios epidemiológicos pertinentes.