El Gobierno de Japón ha bloqueado la entrada de viajeros del exterior, incluyendo aquellos con visado de negocios de Corea del Sur, China y otros nueve países, a los que Tokio otorgaba cierta flexibilidad en el control migratorio.
Esta medida, que prácticamente supone un cierre de fronteras, fue adoptada el 28 de diciembre por el país vecino tras detectar una nueva cepa de coronavius. Hasta entonces, Tokio mantenía un control migratorio especial para empresarios y viajes de negocios, pero el miércoles 13 las autoridades decidieron vetar ese acceso.
Así, por el momento ningún extranjero podrá entrar en territorio japonés, salvo motivos específicos muy restringidos, como funerales o maternidad de un familiar directo.