Teherán ha expresado públicamente su descontento hacia Corea del Sur, por congelar activos de compras de petróleo ante las sanciones de Estados Unidos contra Irán.
En tono de queja, las autoridades iraníes reprocharon la lentitud del Gobierno surcoreano para solventar el problema de los pagos retenidos. Insistieron en que antes de negociar con la delegación de Seúl, que viajó a Irán para liberar un petrolero surcoreano incautado en ese país, es prioritario resolver el tema de los activos.
Sobre el barco, el Gobierno iraní recordó que incautación deriva de un incumplimiento normativo, y dicho procedimiento debe seguir el cauce judicial.
Aunque las autoridades de Teherán niegan que la incautación del barco surcoreano esté vinculada con la congelación de activos, de hecho muchos creen que es así. Actualmente, varios bancos surcoreanos mantienen congelados unos 7.000 millones de dólares iraníes, importe que Seúl no llegó a pagar a Irán por las sanciones de Estados Unidos a dicho país de Oriente Medio.