Mientras Corea del Sur reportó 1.241 nuevos casos de COVID-19 el viernes 25, la mayor cifra registrada hasta ahora, el primer ministro Chung Sye Kyun llamó a endurecer la vigilancia en el Ejército, las instalaciones correccionales y otros espacios de uso comunitario para prevenir contagios grupales, así como a reforzar las medidas de rastreo de cara a encontrar a los positivos ocultos.
Así lo ordenó el premier durante una reunión sobre COVID-19 el día 25, explicando que en una semana el Centro de Detención del Este de Seúl volvió a confirmar brotes masivos dentro de sus instalaciones.
Paralelamente, Chung puntualizó que las últimas inspecciones del equipo de vigilancia del Gobierno señalan que aún persiste una alta tasa de incumplimiento de las medidas preventivas gubernamentales y pidió a las autoridades sanitarias y a los gobiernos locales responder tajantemente ante cualquier actividad que obstruya la lucha contra el coronavirus.
En cuanto a las pruebas, explicó que gracias a los exámenes diarios, los cuales superan los 110 mil en la zona capitalina, han podido encontrar a más de mil positivos en los últimos 11 días, contribuyendo a ralentizar el ritmo de contagios en el país.
En ese contexto, ordenó a las autoridades sanitarias reforzar su capacidad de inspección a fin de garantizar un mayor acceso a los test, al tiempo que exhortó a los funcionarios públicos de todo el país a no abandonar sus lugares de trabajo durante las fiestas, confiando en que el actual periodo de cuarentena reforzada será el último tramo para darle un giro a la situación actual de COVID-19.
Actualmente, Corea del Sur acumula 54.770 casos de coronavirus, al reportar 1.241 nuevos: 1.216 domésticos y 25 importados. La zona capitalina sigue registrando mayor número de contagios, con 550 en Seúl, 257 en Gyeonggi y 55 en Incheon.
En tanto, preocupa la infección grupal en el Centro Correccional ubicado en el distrito de Songpa, en Seúl, que confirmó 288 nuevos casos hasta las 0 horas del viernes.