El Gobierno ha definido el primer Plan Básico para la Juventud, uno de cuyos objetivos es mejorar la estabilidad de vivienda entre la población joven.
Según datos actuales, unos 260.000 jóvenes surcoreanos residen en espacios que no satisfacen los requisitos mínimos de vivienda. Ante esta realidad, las autoridades se han fijado como meta reducir dicha población en un 10%. A tal efecto, ofrecerán 243.000 viviendas para jóvenes y habilitarán 30.000 nuevos espacios en dormitorios universitarios hasta el año 2025.
Aquellos jóvenes que residen en viviendas precarias tendrán prioridad para acceder a viviendas públicas, además de recibir ayuda económica para cubrir los gastos de mudanza.
En cuanto al empleo juvenil, el Gobierno definirá programas centrados en aumentar puestos de trabajo sobre digitalización o gestión digital en el sector público, además de ofrecer incentivos al empleo, elevando el número de beneficiarios a 1.280.000 jóvenes para 2025.
No obstante, por ahora se cuestiona si estas medidas podrán ver la luz, al estar todavía estancada en el Parlamento la reforma de la Ley Básica para la Juventud, presentada en noviembre, que aboga por crear un centro de estudios sobre estrategias juveniles para hacer seguimiento de las medidas adoptadas, que incluye partidas presupuestarias tanto del gobierno central como de los regionales.