La Fiscalía solicitó el lunes 5 un año y medio de prisión para el expresidente Chun Doo Hwan, acusado de difamar a un sacerdote católico que declaró haber presenciado disparos de helicópteros militares contra civiles durante las protestas del 18 de mayo de 1980 en Gwangju.
La violenta represión contra esas manifestaciones, que culminó en una gran masacre, recae sobre hombros del exmandatario, quien en sus memorias autobiográficas tildó de "mentiroso" a dicho sacerdote, hecho que culminó en demanda por difamación.
En la solicitud de encarcelamiento, los fiscales argumentan que varios expedientes, tanto del Ejército como del Ministerio de Defensa, así como otras declaraciones de testigos, confirman que en efecto hubo disparos contra civiles desde helicópteros militares. A este tenor, enfatizan desprestigiar o burlarse de aquellos que recuerdan un hecho doloroso del pasado, no debe quedar amparado por el relativismo histórico.