Contrariamente a la preocupación por posibles nuevas protestas multitudinarias durante el puente de Chuseok, elevando el riesgo de contagio en el país, tal y como ocurrió con las manifestaciones ciudadanas del 15 de agosto, el reciente feriado culminó sin dicho tipo de convocatorias.
La ausencia de protestas se debió básicamente a las fuertes advertencias del Gobierno sobre duras sanciones a quienes incumplieran las pautas de distanciamiento social, así como las medidas adoptadas por la Policía para impedir congregaciones de ciudadanos, como rodear con autobuses o vallas de metal la Plaza Gwanghwamun, y realizar estrictos controles de tráfico en el centro de Seúl.
Al ver frustrado su plan, las organizaciones derechistas que pensaban convocar manifestaciones el 3 de octubre, ofrecieron una rueda de prensa criticando al Gobierno por vulnerar su derecho de reunión.
No obstante, sí hubo alguna "protesta sobre ruedas" de menor envergadura, con menos de diez vehículos, respetando las recomendaciones del Poder Judicial. Los participantes de esta "manifestación en coche" circularon por los domicilios del ex ministro de Justicia, Cho Kuk, y la actual titular de la cartera, Choo Mi Ae.