Si bien los políticos debaten sobre la opción de ofrecer a todos los ciudadanos vacunas gratuitas contra gripe estacional, el sector farmacéutico es reacio a la idea, pues afirma que ya finalizó la fabricación del volumen a distribuir en el mercado durante el presente año y es prácticamente imposible proceder a una producción adicional.
Generalmente, las empresas farmacéuticas empiezan a producir vacunas contra gripe estacional en marzo, tras publicar la Organización Mundial de la Salud los tipos de virus que estima proliferarán durante el año, y concluyen la fabricación en agosto. Luego, proceden a obtener la certificación del Ministerio de Seguridad de Alimentos y Medicamentos, necesaria para su venta. En otras palabras, la producción de vacunas, incluidas las administradas gratuitamente con fondo gubernamental para determinados grupos de ciudadanos, finaliza antes de septiembre, de ahí la postura de la industria de que es poco viable la vacunación universal y sin cargo.
Las autoridades sanitarias presentaron una opinión similar a la del sector farmacéutico ya en una ocasión previa, aludiendo a las dificultades reales que existen para modificar el calendario de producción de vacunas.