Los casos de COVID-19 aumentan rápidamente en Corea del Sur y los contagios no solo se centran en la zona capitalina, sino que se han dispersado a otras áreas del país, elevando el riesgo de una propagación masiva a nivel nacional. 

Ante esta situación, las autoridades sanitarias consideran limitado el efecto de las pautas de distanciamiento social, actualmente en Nivel 2, para frenar la dispersión del virus en todo el territorio, a causa de los contagios grupales ligados a la Iglesia Presbiteriana Sarangjeil y a los integrantes de la protesta multitudinaria convocada el 15 de agosto en el centro de Seúl. 

En este contexto, advierten que los recientes brotes de COVID-19 pueden ser más graves que la propagación masiva surgida hace meses ligada a la secta Shincheonji, pues entonces el virus se propagó a nivel local, afectando a una zona relativamente limitada. 

Además de mantenerse alertas, las autoridades valoran actualmente si elevar a Nivel 3, el máximo, las pautas de distanciamiento social, al tiempo de llamar a la población a respetar el confinamiento, pues aunque hay menos desplazamientos, por ahora eso es insuficiente para frenar la expansión.

Tras activar el Nivel 2 en Seúl y alrededores, el flujo de desplazamientos bajó entre los días 22 y 23 un 16,9% respecto al fin de semana anterior.