Estados Unidos y Australia han criticado a Beijing por reclamar el dominio sobre el Mar de la China Meridional y por sus "acciones nocivas" en el Indo-Pacífico.
Durante una reunión bilateral de ministros de Exteriores y de Defensa, celebrada el martes 28 (hora local) en Washington D.C., el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró que no pide a sus aliados posicionarse entre Estados Unidos y China, sino optar por la libertad y la democracia frente a un estado dictatorial y un régimen autoritario.
En este contexto, Pompeo resaltó que los "amigos de la democracia", como definió a las naciones europeas, India, Japón, Corea del Sur y Australia, se unirán a la campaña en favor de la libertad y la prosperidad económica basada en la legalidad.
La declaración del canciller estadounidense refleja la intención de Washington de crear un frente contra China, proceso en el que podría presionar a aliados como Corea del Sur a "ponerse de su parte".