Las lluvias torrenciales azotaron gran parte del país el jueves 23 por la noche, principalmente la ciudad de Busan.
Dicha localidad al sureste del país se vio gravemente afectada por fuertes lluvias de hasta 80 mm por hora, que causaron grandes daños materiales y hasta pérdidas humanas.
Sobre las 10:20 de la noche del jueves, una carretera subterránea próxima a la estación de Busan quedó anegada por las repentinas lluvias, atrapando a varios vehículos. Los bomberos lograron rescatar a nueve personas en dicho lugar, pero otras tres fallecieron.
Casi a la misma hora, en la ciudad de Ulsan, un automóvil que transitaba por una carretera junto al río fue arrastrado por la corriente y su conductor continúa desaparecido.
En tanto, el metro de Busan también sufrió inundaciones, obligando a suspender el servicio ferroviario, aunque pudo reanudar su actividad cotidiana en la mañana del viernes 24.
Finalmente, varias casas y tiendas a pie de calle en dicha localidad también se vieron afectadas por las inundaciones, obligando a evacuar a algunos residentes. También provocaron derrumbamientos en algunas zonas de la ciudad, pero sin bajas humanas.