Corea del Sur reportó 51 nuevos casos de coronavirus el martes 23, de los cuales 31 son "domésticos" y 20 "importados" o procedentes del extranjero.
Ante la preocupación por una posible falta de camas hospitalarias, el Gobierno ha decidido revisar el criterio para dar el alta a pacientes ya casi curados -y con escasa posibilidad de transmitir el virus-, para dejar espacio a pacientes graves que necesiten ser hospitalizados.
Así, el día 24 reabrió algunos centros para pacientes leves en la zona capitalina, que ya operaron en marzo para evitar el colapso sanitario.
Además, han reforzado los controles en puertos, tras el brote colectivo reportado el día 23 en un barco ruso que atracó en Busan.
Hasta la fecha, el control de cuarentena en puertos surcoreanos se basaba en una declaración sanitaria mediante control electrónico, salvo en barcos de países sujetos a "control especial".
No obsante, a partir del miércoles reforzarán los controles e inspeccionarán los barcos, para evitar los contagios por esa vía.