Las voces que urgen un aumento de la presión sobre Pyongyang se están elevando en Japón después de que las conversaciones bilaterales sobre los 10 japoneses secuestrados han mostrado pocos avances.

La delegación del gobierno nipón volvió el día 15 desde Corea del Norte con objetos relacionados con el caso, incluyendo lo que Pyongyang dijo que son restos de una japonesa secuestrada hace 26 años.

Según la delegación, el Norte repitió la postura de que 8 de los 10 secuestrados están muertos y otros dos nunca entraron a su territorio.

Familias de los secuestrados insisten en que no existen evidencias que apoyen la posición de Pyongyang, a pesar de los materiales que la delegación trajo de Pyongyang.

En la conferencia de prensa, el primer ministro Junichiro Koizumi dijo que Corea del Norte no ha presentado una explicación satisfactoria sobre el tema y que Japón continuará con la negociación para saber qué le ha pasado a los secuestrados.

La agencia de noticias Kyodo dio a conocer que están aumentando las insistencias de implementar una política dura contra Pyongyang, incluyendo la imposición de sanciones económicas, ya que las familias de los secuestrados están continuamente expresando ira y desilusión sobre el manejo del país norcoreano de los secuestrados nipones.