Durante el día 7 Corea del Sur reportó 38 nuevos casos de COVID-19, 33 domésticos y cinco importados, la mayoría en la zona capitalina. Así, hasta las 00:00 horas del lunes 8 de junio el país acumulaba un total de 11.814 contagios. Considerando solo los casos en Seúl y alrededores, la propagación presenta un ritmo similar al observado en marzo, cuando la crisis sanitaria llegó a su punto máximo.
Esta situación deriva de los rebrotes consecutivos del área capitalina, como el centro logístico de la empresa Coupang en Bucheon, el reportado en una iglesia en Incheon y el que afectó a una sala de tenis de mesa en el distrito seulita de Yangcheon.
Pese a reforzar las pautas sanitarias, los desplazamientos en la zona capitalina se mantuvieron casi igual que el fin de semana anterior. Por tanto, las autoridades llamaron a la población a respetar la distancia social, al tiempo de intensificar el control sobre instalaciones religiosas y establecimientos de ocio nocturno, detectando hasta el día 7 más de 50 que no cumplían las medidas establecidas.
Avanzaron que al no poder revisar todos los lugares del país donde puede haber repuntes, a partir de ahora se esforzarán en identificar lugares difíciles de controlar, como asentamientos ilegales o precarios, sitios de obras de menor escala y mercados que operan antes del amanecer, para actuar de forma preventiva y acometer inspecciones en detalle.