Mientras continúan las protestas antirracistas en Estados Unidos por la muerte de un hombre afroamericano a manos de un policía, en Mineápolis, epicentro de las manifestaciones, la violencia aumenta llegando a saqueos de tiendas y negocios privados.
En este ambiente, varios establecimientos administrados por surcoreanos fueron atacados por vándalos, que entraron de noche para robar mercancías.
La situación es similar en Los Ángeles, donde reside la mayor comunidad de coreanos de Estados Unidos, donde saquearon cinco negocios de surcoreanos.
Así, se estima que unos 70 establecimientos surcoreanos han sufrido daños en todo el territorio estadounidense.
Al respecto, el Consulado General de Corea del Sur en Los Ángeles ha activado un sistema de emergencia, al tiempo de solicitar ayuda a las autoridades de California, que desplegaron fuerzas de la Guardia Nacional en Koreatown, el barrio coreano.
Pese a todo, la angustia aumenta entre los residentes coreanos de esa ciudad, que aún guardan el terrible recuerdo de los disturbios de Los Ángeles en 1992.