Los fiscales registraron la sede de Mercedes-Benz Korea en Seúl los días 27 y 28, por presunta manipulación de programas sobre emisión de gases en algunos modelos diésel vendidos en el país.
La medida llega después de que el Ministerio de Medio Ambiente presentara una demanda contra el fabricante automovilístico por manipular ilegalmente los dispositivos de emisión de 12 modelos diésel vendidos en Corea del Sur entre 2012 y 2018.
Según la cartera, las emisiones de los automóviles que pasaron la prueba de certificación superan hasta 13 veces el estándar surcoreano, y por consiguiente contaminan el medio natural.
Los fiscales sospechan que la compañía manipuló el sistema de reducción catalítica selectiva (SCR), para convertir el óxido de nitrógeno en agua y nitrógeno, a fin de manipular las emisiones.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, unos 37 mil automóviles vendidos en el país fueron manipulados.