Alrededor de 2,4 millones de alumnos de todo el país volvieron a las aulas el miércoles 27, entre la persistente preocupación por la propagación del COVID-19.
La semana pasada, unos 440 mil estudiantes de último año de bachillerato regresaron a las clases presenciales para preparar el examen de ingreso a la universidad, programado para diciembre. En tanto, en la segunda fase de clases presenciales regresaron los de primer año de bachillerato, los de tercero de secundaria, los de primer y segundo grado de primaria, y los niños de jardines infantiles.
Para garantizar la seguridad de los alumnos, combinarán las clases presenciales con clases online, según recomendó el Ministerio de Eduación, y deben cumplir estrictas pautas de seguridad, como controlar la temperatura antes de acceder a las aulas, o mantener una distancia prudencial, tanto en las clases, como en comedores y pasillos.
Si algún alumno o personal del centro educativo presenta síntomas, será directamente trasladado a un centro de diagnóstico para someterse al test, y si da positivo dicha escuela suspenderá las clases presenciales.
Además, el Ministerio ha decidido postergar la vuelta a las aulas en unas 180 escuelas de la provincia Gyeongsang del Norte, ante el aumento de contagios en esa zona, y también ha retrasado un mes la reapertura de 10 colegios en el distrito Gangseo-gu de Seúl, tras confirmar un caso en un jardín infantil.
Igualmente, los colegios de Bucheon han suspendido las clases presenciales hasta nuevo aviso, ante un brote en un centro logístico de Coupang situado en la zona.