A partir del viernes 27, todos los viajeros que lleguen de Estados Unidos deberán someterse a un protocolo de entrada y control sanitario más estricto y guardar aislamiento domiciliario por 14 días.
El Gobierno surcoreano anunció que aquellos viajeros que presenten síntomas a su llegada al país serán inmediatamente examinados de COVID-19 en un centro de cuarentena habilitado en el aeropuerto. En caso de dar positivo, serán trasladados a hospitales o centros de tratamiento de síntomas leves.
En tanto, todos coreanos o extranjeros con residencia permanente en el país procedentes de Estados Unidos que den negativo a la prueba o no presenten síntomas, deberán permanecer aislados en sus casas durante dos semanas.
Quienes ignoren las normas de cuarentena podrán ser sancionados con hasta un año de cárcel y multas de hasta 10 millones de wones, ya sean coreanos o foráneos.
Los extranjeros para una estancia temporal llegados desde el país norteamericano solo podrán entrar a Corea si dan negativo en la prueba de diagnóstico en el aeropuerto. Si bien no serán sometidos a aislamiento al venir por pocos días, durante su estancia se someterán al control de las autoridades sanitarias surcoreanas, incluyendo un chequeo diario por teléfono de su estado de salud.