El Departamento de Estado estadounidense presentó el miércoles 11 su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, aunque no aludió directamente a la responsabilidad del régimen de Pyongayng. En concreto, por segundo año consecutivo excluyó la frase "la población norcoreana está expuesta a graves trasgresiones de derechos humanos por parte de las autoridades", como incluyó en el informe de 2017.
Esta omisión, aparentemente, refleja la intención de Washington de moderar las declaraciones sobre la situación de los derechos humanos de Corea del Norte, tema considerado "sensible" para las autoridades de ese país, mientras que las negociaciones nucleares continúan estancadas.
No obstante, Estados Unidos sí menciona en el informe el caso de Otto Warmbier, el joven estadounidense que falleció tras regresar a su país en estado de coma, tras permanecer detenido durante 17 meses en Corea del Norte.
En cuanto a Corea del Sur, el informe sobre derechos humanos del Gobierno estadounidense presenta el caso de corrupción que involucra al exministro de Justicia Cho Kuk, y el escándalo relacionado con sexo y droga surgido en un club nocturno en Seúl.
Aún destacando el estricto cumplimiento por parte del Gobierno surcoreano de las leyes anticorrupción, destaca que Corea del Sur ha registrado casos de impunidad ante políticos corruptos, así como reportajes de prensa sobre corrupción de autoridades gubernamentales.