A medida que el COVID-19 se expande por el mundo, el Gobierno surcoreano ve necesario centrar los esfuerzos tanto a frenar los contagios comunitarios, como a atajar posibles contagios de aquellos que llegan a Corea del exterior.
En este contexto, las autoridades consideran prioritario que todas las naciones mejoren la eficacia de las pruebas de coronavirus para detección temprana de contagios, además de cooperar en el tratamiento de aquellos pacientes con síntomas graves.
Hasta la mañana del lunes 9, el número de países afectados por COVID-19 suma 96, mientras que hay más de 110.000 casos registrados y unos 3.700 muertos a nivel global.
Mientras China -nación donde brotó el nuevo coronavirus- ha logrado frenar los contagios, la situación empeora en otras regiones del planeta, como Italia o Irán, que registran drásticos incrementos de contagios comunitarios y colectivos. También aumentan a gran velocidad los casos de COVID-19 en Japón, máxime tras los casos de contagio masivo reportados en Tokio y Hokkaido.